"¡ME GUSTA LA VIDA!"
ANDREA POLITTI
Con la «vocación» de pasado y futuro de artistas, Andrea Politti encabeza «Tirria, en un tandem imbatible con Diego Capusotto.
» No podría hacer una obra de teatro si no pongo el corazón, cualquierasea la envergadura de la obra; porque el teatro es sagrado para mí”, asegura Andrea Politti antes de la función de “Tirria”, con sala llena todos los jueves, en calle Corrientes. La actriz nacida en Godoy Cruz comparte cartel con Diego Capusotto y Rafael Spregelburd, las nuevas generaciones de las familias de actores que dejaron su huella sobre las tablas.
-¿Cuál es el terreno que comparte con sus actuales compañeros de escenario?
-Nos une el humor. Rafael y Diego trabajan fuertemente el tipo de humor grotesco que me gusta mucho. Además, ellos tocan todas las cuerdas, algo que no es fácil en esta profesión. Volviendo al humor, además, tiene que ver con cómo ves la vida, y las cosas que te pasaron, y es ahí donde aparecen correspondencias entre nosotros. Cuando uno trabaja no se puede escapar a lo que uno es como persona más allá de que esté recreando un personaje.
-¿De qué se trata “Tirria” escrita por el dibujante Lucas Nine y la periodista Nancy Giampaolo?
-Es una historia con un trasfondo interesante. Se trata del matrimonio patricio argentino, los Sobrado Alvear, doble apellido, por supuesto. Ellos están acostumbrados a codearse con la realeza en Europa, y a lujos inimaginables en estas pampas. Pero están venidos a menos, en la década del ‘40, y lo último que les queda es el mayordomo Hilario – Diego Capusotto-, alguien “casi de la familia”. Y hacen de todo para mantener las apariencias y el status.
-¿Este trasfondo fue el atractivo?
-Sobre el tema de cómo somos nosotros y las apariencias se lo dejo a la gente para que reflexione. Pero un poco lo que me atrapó de “Tirria” fue lo distinto y lo original, y la forma en la que está construido el libro, además del homenaje al cine de mi abuela.
-¿La abuela?
-Cuando empiezo a leer la obra aparece la mención a “Argentina Sono Film”, se me vinieron a la mente los recuerdos de esas comedias de teléfonos blancos que mirábamos con mi abuela Santina, en las charlas de tardes mendocinas; fue un gancho irresistible. Ella era la que en realidad quería ser la actriz de la familia y consumía mucho cine y sus ídolos, tales como, Pepita Muñoz y Mirtha Legrand.
Andrea proviene de una familia de artistas, su madre fue una increíble pianista, María Teresa Rubio; su padre el virtuoso actor Luis Politti. Llegaron a Buenos Aires en los ’70; la tragedia argentina de la última dictadura marcaría a fuego a Andrea, que vería partir al exilio y muerte a su padre. “Mi vocación se despertó muy jovencita. Lo acompañaba a mi viejo al teatro y al set de cine. Ese primer flechazo daría sus frutos integrando los elencos del Teatro Cervantes y llegando a la masividad televisiva con “Los machos” y “Como pan caliente”. Ya en el nuevo milenio fue la conductora destacada de “Cuestión de peso” y “Corte y confección”.
Hace un par de años Andrea extendió la herencia Politti en una tercera generación acompañando los primeros pasos de su hijo Galo en teatro, en la obra “Tijeras salvajes”.
Al respecto señala Andrea: “Lo acompaño como lo hacen tantas familias de arte en nuestra cultura argentina que han pasado la posta. Te puedo decir que como compañera teatral, Galo está haciendo un trabajo hermoso y cuando lo aplauden, o se ríen, me emociono, me encanta, lo disfruto”, expresa emocionada la actriz.
Por otro lado, Andrea Politti adelanta que está trabajando en un nuevo proyecto con Ricardo Darín, otra oportunidad de ver a esta dupla explosiva. “En cine hice poquito y eso que estuve con mucha exposición en un momento que se filmó bastante y bien. Por cosas de la vida se me complicaba estar alineada con filmaciones que suelen ser largas. Ahora no puedo hablar demasiado pero comento por lo bajo que se viene otro proyecto con Ricardo Darín, con quien es un honor y una alegría compartir historias”.
TODOS SOMOS PROTAGONISTAS
“Hay muchos actores, muy buen material y mucho público en Argentina que sigue bancando al teatro y a sus artistas”, observa Andrea Politti, que fue parte de exitosas temporadas de las obras “Confesiones de mujeres de 30” y “El último de los amantes ardientes” en el cambio de siglo.
“Antes no sucedía en tan alto nivel artístico y es una sorpresa por la variedad y energía. Y eso que debemos convivir con personas que tienen un celular y se venden como protagonistas de su propia historia. Algunos con mucha creatividad, otros con menos, pero tienen un público que acepta que cualquiera pueda subir cualquier cosa y mostrárselo a la gente. Esa herramienta tecno trastocó el juego del espectáculo y todos son, de alguna forma, todos somos, protagonistas. Eso es lo que cambió, la mirada desde ese lugar para evaluar el hecho artístico. Estamos en la transición hacia nuevas formas de artes escénicas con mayor presencia de la tecnología”, avizora.
-¿Es una persona que disfruta cada momento?
-¡Me gusta la vida! Me encanta disfrutarla, estar mucho en el presente, estar activa, ser agradecida también por todas las cosas que han pasado y que pasan.
-¿A qué le agradece?
-Siento que es un milagro nuestra vida. Uno nunca sabe hasta cuándo sigue este juego hermoso que es también un teatro. Porque la vida es un teatro, y a veces, uno hace un teatro dentro de un teatro también ¿Cuándo se va a bajar el telón? Nadie sabe.
Entonces la tarea es disfrutar desde un lugar amoroso, profundo, y tratar de poner siempre un poco de luz a lo que nos rodea.
Texto: Mariano Oropeza (especial)