"HAY OTRAS FORMAS DE ENAMORARSE QUE NO ESTÁN EN INTERNET"
FRANCO TORCHIA
Es referente de derechos humanos y diversidad sexual, con 30 años de trayectoria inclaudicable en los medios. Ahora, con estreno teatral en puerta, adelanta su incorporación a Sex.
“La pregunta por la identidad, sobre quiénes somos, o quién es cada quién, es una pregunta incesante”, reflexiona Franco Torchia, con la mirada siempre reflexiva, agrega: “Hoy vivimos en la era de las identidades globales, hay gente que ante la mera sigla LGTBQ sale espantada; además creo que no hay nada más lábil y cambiante que la identidad. No digo que vivimos alterando nuestra identidad, sino que no es un destino final”, señala. Habitualmente se mal emplea el término militante y activista, vinculándolo con temas menospreciados como los Derechos Humanos y la Diversidad Sexual. Al respecto agrega Franco: “A un periodista de Deportes se lo cataloga como periodista deportivo, sin embargo a quienes nos especializamos en temas sensibles como los Derechos Humanos, pasamos a ser militantes o activistas. No es Así”.
-¿Cómo se vive el amor en el nuevo milenio?
-Internet se ha convertido en el monopolio de los vínculos, es el monopolio de las relaciones. Más aún después de la pandemia. Nosotros no pretendemos sustituir este espacio virtual sino que probaremos otras maneras de conocernos. Un recordatorio de que existen otras formas de enamorarse, de vincularse con los otros, que no están en Internet.
-¿Qué le ha dado “No se puede vivir del amor” de la radio Once Diez?
-Es un programa que me trae muchas satisfacciones. Me ha ofrendado varias distinciones, como el premio Carlos Jáuregui; dos veces nos distinguieron en la Marcha del Orgullo en Argentina, pero lo más importante es que cuando en 2012 me ofrecieron hacer un programa en un medio público, que se financia con plata de los impuestos, no dudé en darle un carácter público.
-¿Cómo?
-Darle una función social. Los medios públicos están para cumplir una función social. Por eso tomé la determinación de aceptar este programa dentro de mi propia ideología pensando que salgo en un medio público. Quizá podría haber hecho un programa sobre medioambiente. O un programa sobre inmigración, que me parece uno de los temas más urgentes de la Humanidad. Siempre cumpliendo una misión social.
PAPÁ CORAZÓN
Existe una persona que conoce a Franco Torchia como ninguna. Su hija Teresa. “Sentí que no podía seguir adelante en la vida si no manejaba mi verdad con mi hija. Soy un fundamentalista de la verdad”, enfatiza el periodista y escritor, y conflesa que el nombre de su primogénita tiene inspiraciones en la famosa religiosa, Santa Teresa, la mística y religiosa española del siglo XVI. Sobre la madre de la niña, Jimena, admite: “Estuvimos un tiempo, ya que nos conocíamos de la secundaria en La Plata. Pero no había ningún motivo para que estuviéramos juntos y fue innecesaria esa convivencia”, agregó convencido que jamás dudaría en volver a la experiencia de la paternidad, ya que, lo cambió de manera rotunda y mágica. “Cuando me enteré del embarazo, y al ver la primera ecografía con mis propios ojos, intuí la inminente paternidad como si fuese una oportunidad”, aseguró. Se enorgullece por el camino transitado: “Criarla en estos 17 años ha sido precioso, es de una gran nobleza y de una entereza, que realmente admiro”, completa.
Franco es hijo de un inmigrante italiano, que sufrió la posguerra, y madre terrible. “Me reivindico como un hijo de Ensenada (provincia de Buenos Aires). A los 16 me mudé con la familia a La Plata; recién a los 24 llegué a Buenos Aires”.
Trabajó en diversos medios platenses antes del estallido en el recordado “Cupido” de MuchMusic, en el año 2000. Luego pasaría por los mayores diarios y portales, editando libros periodísticos como “Orgullo y Barullo” (Indie Libros) ; en simultáneo en la televisión en el programa “Intratables”, o el reciente “Flechazo Amor Oculto” de Canal 9.
Más Desafíos
Actualmente, se luce como capocómico en el café-concert de “Como nunca… otra vez!”, de gira por el país desde el año pasado, ahora con el llamado de José María Muscari para el incombustible “Sex” en Gorriti Art Center. Aunque su incorporación aconteció en estos meses, la invitación no es nueva ni la primera. “José me había convocado para sumarme al primer elenco original, pero en ese momento sentí que no estaba preparado”, asevera Torchia.
Asistió como espectador al debut y escribió una elogiosa crítica para el suplemento del diario Página/12. La propuesta volvió en 2025 con un show que fue mutando. “Fui solo a ver el espectáculo. Quería percibirlo todo con atención, y sentí un deseo genuino de ser parte. Apenas terminó, le dije a José: ‘Lo voy a hacer’”. Destacó el giro coreográfico y performático que tomó el espectáculo in- clasificable en las últimas temporadas y valoró profundamente la energía del elenco.
-¿Crees que vamos hacia una sociedad más igualitaria, diversa y tolerante?
-Los cambios se imponen. No piden permiso. Lo que sí tiene que haber es un acompañamiento institucional, político y social, que colabore. Siento que hay un empuje que no se detiene. Y que es bastante espontáneo. Aunque…
-¿Aunque?
-No dejamos de vivir en un mundo que percibe en tensión estos cambios. Hay países donde ser LGTBQ implica una sentencia de muerte. Incluso en algunos de América Latina. Si hay algo que aprendí en todos estos años de trabajo de periodista en Diversidad Cultural es que debemos estar en un estado de alerta permanente. Tal vez respiramos en una zona donde la marea está tranquila y, de repente, se desata la ola de violencia que rompe todo como el actual gobierno y sus constantes ataques homofóbicos. Estas situaciones están muy, pero muy lejos de revertirse, pese a las recientes leyes laborales y sociales. Por lo tanto, no se puede claudicar.
Texto: Mariano Oropeza (especial)