Tapping

Un camino posible para controlar la ansiedad y el estrés

Entre las técnicas alternativas para controlar las emociones, el tapping (o golpeteo) suma adeptos paulatinamente.

En rigor de verdad, el término tapping (traducido significa golpeteo) proviene del mundo de la música, en pocas palabras, es una técnica para dar estética a una melodía.

Sin embargo, en los últimos años se comenzó hablar de tapping en el entorno de las terapias de relajación, proveyendo un nuevo significado.

De esta manera, en modo holístico el tapping hace referencia a una técnica de liberación emocional, a través de la cual se identifica el problema, el grado de ansiedad que provoca y por medio de un ejercicio mental se intenta reducir el estrés. 

Los practicantes del golpeteo admiten que es un método que combina la acupuntura y la psicología contemporánea con el fin de controlar la ansiedad.

Orígenes

El método de golpeteo se comenzó a ejecutar en Estados Unidos hace varias décadas atrás, en el ámbito de la psicología enfocada en casos de estrés y ansiedad.

Cierto es que el legado de la medicina china ha permitido utilizar diferentes herramientas que, combinadas con técnicas tradicionales, resultan efectivas para determinados casos psíquicos.

En la actualidad, la velocidad de la información y las nuevas tecnologías detonan episodios que suman estrés y ansiedad a la realidad presente que, a su vez, está impregnada de incertidumbre económica, entre otras consideraciones.

En este escenarios, las técnicas como el tapping que son sencillas de realizar constituyen un salvavidas para algunas personas.

Más allá de las etiquetas con las que se conozcan las técnicas, la ansiedad y el estrés se controlan cambiando el foco de atención, lo cual en psicología es el punto de partida para desactivar sentimientos negativos, tales como, el enojo, la preocupación, desgano, entre otros.

Ejercitación

Los entendidos en el tema admiten que la práctica de tapping es sencilla y se puede ejecutar en cualquier momento. 

Al comenzar la ejercitación se debe identificar el problema que causa ansiedad (o mantiene inquieta a la persona).

Una vez identificada la cuestión se debe evaluar qué grado de ansiedad provoca, en términos de muy grave a poco grave; si prefiere del 1 al 10.

A continuación, se comienzan a dar golpeteos suaves en puntos específicos del rostro y cuerpo y se expresan frases positivas.

Los puntos son la cabeza, las cejas, el área de los ojos y de la nariz, el mentón, el pecho, la clavícula y los laterales del torso.

Las frases que se expresan se construyen con mucha carga positiva frente a la adversidad, por ejemplo, “Quedé sin trabajo pero encontraré otro”; “El matrimonio no funcionó pero será un buen desafío este tiempo en soledad”, entre otras.

La cuestión es cargar de aceptación el problema o preocupación.

Terminada la serie de golpeteos se evalúa nuevamente el grado de ansiedad que produce el problema y, si es necesario, se repite la sesión de tapping.

Sólo complemento

De más está decir que el tapping es sólo una herramienta sin valoraciones científicas comprobadas más de las experiencias que comparten algunos ejercitantes.

En este sentido, las situaciones de estrés y ansiedad desmedidas deben necesariamente ser tratadas con los especialistas de salud mental, quienes sabrán determinar los tratamientos adecuados.

La ansiedad y el estrés son desencadenantes de depresiones y traumas que requieren de la atención profesional.

Por lo tanto, el tapping es un complemento que puede ser de utilidad para algunas personas.

Vale recordar que la respiración es otro complemento ideal para controlar episodios desafortunados.

Texto: Andrea Soria