Habilidades verdes

El hábito de Reducir-Reciclar-Reutilizar se instala en la agenda laboral

 

La preocupación por el medioambiente sigue instalándose en espacios inimaginados. A nivel mundial crecen las ofertas laborales para profesionales comprometidos con la sustentabilidad.

En 2015 más de 100 países (integrantes de las Naciones Unidas), entre ellos Argentina firmaron el pacto de los Objetivos de Desarrollo Sostenido (ODS), con la finalidad de revertir la situación socio-económica y ambiental, crítica en todo el mundo.

A partir de este hecho, conceptos como la sostenibilidad, sustentabilidad, eficiencia, recursos renovables, entre otros se hicieron mella en la rutina diaria.

Desde aquellos años, muchos profesionales enfocaron su trabajo en esta línea por lo que no es de extrañar que hoy en los perfiles de las búsquedas laborales aparezca entre las condiciones, contar con habilidades verdes.

En Argentina el marco legal no está del todo alineado con estas cuestiones, como lo está en el viejo continente; de todos modos lo que sucede allá se replica en el país porque muchas empresas de aquellos rincones del planeta operan en nuestro país.

Nuevos perfiles

La doctora en Psicología, Isabel Aranda, explicó a un reconocido medio internacional: “Las habilidades verdes hacen referencia a las actitudes y conocimientos relacionados con los objetivos ODS de la agenda 2030 relacionadas con la sostenibilidad y la protección del planeta”.

En el contexto actual, hay cuestiones universales que atañen a el mundo entero: sostenibilidad medioambiental, la conservación de los recursos naturales o la mitigación del cambio climático; cuestiones que demandan nuevas herramientas y estrategias.

En esta línea, son necesarios profesionales que desarrollen habilidades específicas, tales como, la gestión de la energía, del agua, de los residuos y de los alimentos y la circularidad.

La buena noticia es que gran parte de los jóvenes de las nuevas generaciones están enfocadas en ello; lo difícil será resolver el compromiso político, la elaboración de una legislación medioambiental, la implementación de innovación tecnológica y educación, entre otras cuestiones.

Despertar hábitos

Hace unos años, muchas empresas se enrolaron en las campañas de la 3R que proclamaban la formación continua y desarrollar hábitos de Reducir-Reciclar-Reutilizar.

En el presente esta premisa regresa con más fuerza, ya que, se instaló como condición para acceder a un trabajo.

En consecuencia, aquellos profesionales que se alinearon a los movimientos medioambientales, el presente los revaloriza y ubica entre los preferidos al momento de conseguir un puesto vacante.

De hecho, muchos profesionales se promocionan con esos dotes en diferentes ámbitos donde la sustentabilidad es impostergable como, por ejemplo, en la gestión de recursos naturales, energías renovables, eficiencia energética, conservación de la biodiversidad, entre otros.

De esta forma los que mejor se posicionan ante las oportunidades laborales son los profesionales de la construcción, del agro, ambientalistas, saneamiento, entre otros.

 

Formación continua

En España y otros países de Europa la legislación actual establece de manera taxativa la intervención de profesionales de distintas disciplinas alineados a la sostenibilidad. Por lo cual, l academia incorporó ofertas en ese sentido, justamente para capacitar a los profesionales.

En Argentina, aunque no hay una legislación específica y la cuestión de la sostenibilidad queda en gran parte en el compromiso de cada habitante, el Ministerio de Educación de La Pampa sentó un buen precedente con la implementación del trayecto de formación del Ateneo en Habilidades Verdes, a cargo de la Subsecretaría de Educación Técnico Profesional, de la provincia.

Finalmente, muchas empresas que operan a nivel mundial han importado los modelos europeos e instalado en nuestro país estos conceptos, quizás uno de los más resonantes es el de las certificaciones B que se otorga a las empresas con triple impacto (o beneficio): económico, social y ambiental.

Todo suma a la hora de preservar los recursos naturales y mejorar la calidad de vida de las personas, el desafío es mantenerlo en el tiempo pensando en las próximas generaciones.

Texto: Andrea Soria