Método Alexander
SENCILLOS TRUCOS PARA OPTIMIZAR
LA CONCIENCIA CORPORAL
LA COORDINACIÓN, EL EQUILIBRIO Y LOS MOVIMIENTOS DEL CUERPO PUEDEN SER MÁS EFICIENTES E INCREMENTAR BIENESTAR UTILIZANDO LAS TÉCNICAS ALEXANDER.
El método Alexander fue desarrollado en el siglo pasado con el fin de mejorar la postura, desarrollar mayor flexibilidad y controlar los momentos estresantes.
Las técnicas de educación psicofísica que constituyen el método referido fueron creadas por Frederick Matthias Alexander, un actor australiano cuyos problemas de salud lo condujeron a auto-observar sus conductas, en especial, las relacionadas con la mente y el cuerpo.
La finalidad del método es corregir malos hábitos y así armonizar el organismo de manera integral.
El punto de partida es la auto-observación para tomar conciencia qué posturas o emociones están produciendo la desconexión entre la mente y el cuerpo. El Método Alexander se difundió sobre todo en las expresiones artísticas: la música, la danza, el teatro; más tarde se incluyó en las rutinas de disciplinas alternativas, tales como, pilates, yoga, entre otras.

Punto de partida
La técnica se practica de forma eso la individual con un profesor que guía el proceso y establece las pautas de cada jornada, que dura entre 30 minutos y 60 minutos. Si bien puede ser un grupo de practicantes cada uno hace su experiencia en función de las indicaciones del profesor.
Los hábitos de cada persona son inconscientes y automáticos por eso la guía del especialista es ineludible.
El trabajo en clase consiste en concentrarse en los movimientos que realizamos, al detectar los errores el profesor indicará las correcciones pertinentes. A través de las nuevas experiencias vividas en la clase, se va iniciando el proceso de cambio, aprendizaje y autogestión.
DESTINATARIOS
Las técnicas se pueden incorporar en las rutinas diarias, son sencillas y prácticas. La mayoría de las personas que practican el método son aquellos que trabajan con su cuerpo como, por ejemplo, deportistas, músicos, bailarines, actores, entre otros. Además, se expandió hacia otros públicos cuya profesión los expone a situaciones de tensión: directivos, políticos, docentes, en general personas que deben controlar el funcionamiento de su cuerpo y su voz. La técnica también es muy reconfortante para mujeres embarazadas que deben adaptar los movimientos conforme va cambiando su cuerpo; personas que sufren lesiones posturales y/o que tienen alguna patología músculoesquelético.
Cada movimiento que propone el método tiene la finalidad de reeducar el movimiento del cuerpo ante determinados estímulos desactivando las reacciones automáticas, es decir, cada movimiento implica un estado de conciencia absoluta.
Los niños al comenzar a caminar son conscientes de cada movimiento, sin embargo, al crecer se vuelven automáticos y arrastran errores que repercuten en la salud física y mental.
DATOS COMPLEMENTARIOS
El Método Alexander trabaja en el plano de la conciencia de manera que cada movimiento, ante un estímulo, sea elaborado en conjunto mente/cuerpo y evitar por sobre todo hacerlo de forma automática. De esta manera, cada uno tiene la capacidad de controlar las respuestas y elegir a qué estímulos responder y a cuáles no.
Los ejercicios amortiguan la tensión, el desgaste físico y mental extremo; en consecuencia, incrementa la claridad mental y mejora el desempeño en cualquier actividad.
Alexander afirmaba que la práctica habitual permitía un mayor autoconocimiento personal y una administración óptima de la energía del cuerpo y la mente.
Por último, Alexander escribió varios libros algunos fueron traducidos al español: “El uso de sí mismo” (Paidós, Barcelona, 1995); “La Constante Universal de la Vida” ( La Liebre de Marzo, Barcelona 2009) y “La Herencia Suprema del Hombre” ( Letras de autor, Madrid, 2017) donde se puede profundizar más sobre su experiencia.
Texto: Andrea Soria