ACTIVIDAD FÍSICA

biodanza

Los movimientos y la música integrados para sanar

La Biodanza es un conjunto de herramientas simples, tales como, la música y los movimientos que permiten recuperar el equilibrio del cuerpo, la mente y el espíritu.

En un artículo publicado en Campo Grupal, se define la Biodanza como “un sistema de integración humana, renovación orgánica, reeducación afectiva y reaprendizaje de las funciones originarias de vida”.

Estos beneficios se logran a partir de la inducción de vivencias satisfactorias generadas a partir de la música, del canto, del movimiento y de situaciones de encuentro en grupo.

Los especialistas indican que existen más de 200 ejercicios y danzas que forman parte del repertorio que se diseña en función de las necesidades comunes en un grupo de personas.

Vale agregar que, en cada clase hay un conjunto de ejercicios de integración sensorio-motora, afectivo-motora y de sensibilidad cenestésica; otro conjunto de ejercicios está formado por danzas sencillas que estimulan las vivencias de vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia.

La magia de la música

Un elemento que no falta en una jornada de Biodanza es la música, su potencial es conocido en todo el universo, desde las primeras civilizaciones.

En la actualidad hay una gran variedad de estudios sobre la música como terapia alternativa.

“La música no sólo se vincula con las áreas perceptivas de la sensibilidad y de la innovación, sino que posee poderes de transformación sobre los seres vivos”, destacan en la publicación y agregan: “En Biodanza, la música es rigurosamente seleccionada para estimular los ecofactores relacionados con las líneas de vivencia: vitalidad, sexualidad, creatividad, afectividad y trascendencia.

Método

El ritmo de vida nos conduce a disociar el cuerpo, la mente y el espíritu, en otras palabras, muchas veces las personas actúan de manera incongruente entre lo que hacen, dicen y desean. En la Biodanza se busca desarrollar la capacidad para recuperar el equilibrio y hacer en función de lo que se piensa y siente.

“Actualmente un gran número de personas viven estados de disociación psicosomática. Piensan en algo, sienten en forma diferente y actúan de modo disociado respecto a lo que sienten. La unidad de nuestra existencia está en permanente crisis. Es a través de las vivencias que se perfecciona la unidad neurofisiológica y existencial del ser humano”, señalan en la publicación mencionada.

En una clase de Biodanza se hace especial hincapié en el momento presente, de manera de concientizar a cada persona el momento y el lugar de ese momento específico para así comenzar el proceso de armonización desde el interior.

Contacto físico real

Otro aspecto relevante en la Biodanza es el contacto físico. En la publicación se menciona:“La conexión con las personas es esencial en todo acto de rehabilitación o curación, no existe crecimiento solitario. El contacto con otras personas es lo que permite el crecimiento.La conexión verbal es insuficiente. Es necesario el contacto, la danza en pareja o colectiva y el compromiso corporal dentro de un contexto sensible, sutil y en feed-back”.

En la actualidad, existen diversas investigaciones que se centran en el contacto físico, algunas de ellas vinculadas al primer contacto entre la madre y el recién nacido.

Beneficios

Los especialistas destacan que la Biodanza permite armonizar el cuerpo, la mente y el espíritu y, a partir de esto sanar patologías de diversa índole.

La Biodanza es una regresión hacia el origen de cada persona, lo cual permite disipar el ego que obstruye el crecimiento del ser.

El regreso al origen de cada ser lo pone frente a lo verdaderamente natural e indispensable para vivir: el aire, la luz, el agua.

Muchos adeptos a la Biodanza coinciden que en cada clase se experimenta un renacer de su ser; renacimiento a la vida real.

En las clases de Biodanza se inducen estados de expansión de conciencia mediante músicas, danzas y ceremonias de encuentro. Tener acceso a la “experiencia suprema” requiere una preparación previa y un nivel superior de integración y madurez.

En definitiva, la Biodanza induce estados de plenitud, y frecuentemente de éxtasis, a través de ejercicios de afectividad y trascendencia. Los estados de expansión de conciencia tienen un efecto perdurable respecto al sentido de la existencia y al modo de ser en el mundo, y consisten en un éxtasis por toda la creación.