Glicina

FLORES EXÓTICAS

LA GLICINA ESTÁ CONSIDERADA UNA ESPECIE TREPADORA, EN PRIMAVERA OFRECE UN ESPECTACULAR MANTO DE FLORES DE COLOR VIOLETA, AZUL, MALVA O BLANCO.

MUSEO MONET

Los amantes del arte tienen un capítulo aparte sobre la glicina, ya que es la especie que cautivó a Claude Monet. Alguna de sus obras más famosas son las glicinas del jardín de Giverny que pintó en Normandia (Francia).

Con el paso de los años aquel jardín se convirtió en un Museo Botánico, sede de la Fundación de Claude Monet de 15 hectáreas de extensión; cada año recibe a miles de visitantes que llegan a deleitarse con una plantación inmensa de Glicinas.

 

Cuenta la historia que Marco Polo llevó la Glicina desde China (donde es originaria) a Oriente a manera de ofrenda.

Los especialistas la clasifican entre las especies invasoras, se trata de un arbusto caducifolio trepador que se desarrolla en grandes dimensiones y en primavera se llena de flores de color violeta, azul, malva o blanco, agrupadas en enormes racimos.

La planta desarrolla un tronco leñoso con un follaje tupido, es una planta invasora posee hojas de gran tamaño de color verde y los racimos de flores son un verdadero espectáculo que cuelga y genera un aspecto selvático.

PARTICULARIDADES

La glicina tiene un aroma agradable que atrae insectos, en especial abejas, por lo cual los especialistas recomiendan plantarla con cierta precaución para evitar problemas domésticos.

Asimismo, las vainas y semillas de la Glicina son venenosas por eso hay que tener cuidado con las mascotas y con los niños.

Los especialistas recomiendan controlar la extensión de las raíces porque es una especie muy invasora. La conservación de la Glicina no implica grandes esfuerzos, como toda especie invasora, sí es fundamental controlar la poda (una vez en invierno y cada tres semanas a partir del fin de la primera floración); y elegir la ubicación adecuada para que se desarrolle, sobre todo elegir correctamente el soporte sobre el cual vaya creciendo.

La Glicina necesita al menos seis horas de luz directa de sol, y se planta en un suelo de preferencia arcilloso no tan profundo. También se puede plantar en macetas con sustrato suelto y buen drenaje.

En relación al riego, es importante que el suelo mantenga la humedad de forma regular. Los expertos recomiendan abonar cada cierto tiempo, aportando materia orgánica en la época de floración, evitando los abonos con nitrógeno

CUIDADOS

La Glicina emana un aroma dulce por eso es blanco de varios insectos y plagas, por eso hay que cuidar de cerca este tema.

Por lo general, la Glicina es atacada por los minadores de hojas, cochinilla o pulgones, además de algunos hongos con los que conviene tener cuidado. El exceso de riego puede dañarlas.

 

Texto: Andrea Soria