Estrés financiero
EL IMPACTO EN NUESTRO CUERPO
DESDE UNA MIRADA FISIOLÓGICA
La pandemia disparó los casos de personas que viven agobiadas y con afecciones de salud por la economía doméstica. Los desafíos actuales incrementan la ansiedad y las patologías.

El dinero influye de forma directa en la capacidad para llevar a cabo las actividades, y cuando el presupuesto limita las decisiones surge la tensión.
El estrés financiero, vinculado a preocupaciones como deudas e inflación, genera la liberación de adrenalina y cortisol en el organismo, manteniéndolo en alerta y afectando la calidad del sueño y la salud en general.
Por la constante inquietud que provocan las crisis económicas y los desafíos del mundo laboral y de la gestión del hogar, el cuerpo no tiene la oportunidad de recuperarse, entonces, la ansiedad y el agobio se manifiestan en síntomas, tales como, dolor de estómago y muscular. También causa insomnio, fatiga y hasta depresión.
Vale agregar que, hay “estresores absolu- tos” vinculados a sucesos inevitables, como por ejemplo, pérdidas o enfermedades, y “estresores relativos”, relacionados a las preocupaciones diarias. En el escenario económico actual es complicado. El mundo pasó dos años turbulentos por la pandemia de co ronavirus. Por eso, el estrés financiero es un fenómeno universal cada vez más común.
Los principales desencadenantes son los gastos inesperados y la incapacidad de ahorrar.
AMÉRICA LATINA
De acuerdo a los reportes del Banco Mundial, en América Latina la situación es complicada; sobre todo, en las zonas de menos ingresos. Además, la mayoría de los países de la región dedican menos del 2 por ciento de su presupuesto total de salud a las enfermedades mentales.
Distintos estudios realizados relacionados a la pandemia reportaron que las finanzas personales (30 por ciento) y la situación económica familiar (29 por ciento) son algunos de los principales motivos de estrés en países como Argentina, México, Colombia, Perú y Brasil después de la crisis sanitaria de 2020 y 2021.
El estrés o ansiedad financiera se manifiestan como angustia ante la incertidumbre por la economía o por dificultades concretas. Es el malestar que experimentan las personas a partir de escenarios cotidianos relacionados con el dinero, por ejemplo, pensar en no tener la capacidad de pagar las cuentas indispensables o estar atado a un gasto escaso por las deudas pendientes.
Salidas de emergencia
Los especialistas aseguran que, entre las medidas para afrontar el estrés financiero, el primer paso es elaborar un presupuesto realista y ajustarse a él. Identificar gastos innecesarios y establecer prioridades.
Otra decisión adecuada es buscar asesoramiento financiero para planificar la gestión de las deudas.
Definir metas financieras concretas, tener planes claros, puede brindar un sentido de propósito y motivación.
El hábito de ahorrar regularmente también previene el estrés financiero, al igual que diversificar fuentes de ingresos, porque puede ofrecer una red de seguridad.
La educación financiera es otro punto relevante. Mejorar la comprensión de conceptos básicos puede empoderar a las personas para tomar decisiones sensatas.
SEÑALES DE ALARMA
Pasar por estrés financiero se traduce en enojo, tristeza y síntomas físicos. Resta calidad de vida e impacta en aspectos claves para el bienestar emocional: la familia, el entorno social y el contexto laboral.
Uno de sus principales desencadenantes es el endeudamiento desmedido, que pone a la mayoría de los individuos en estado de ansiedad.
También la falta de estabilidad en los ingresos. Los empleos temporales y los trabajos independientes pueden generar inseguridad y agravar la incertidumbre financiera; sobre todo, teniendo en cuenta la posibilidad de que ocurran sucesos inesperados.
Las emergencias (médicas o reparaciones del hogar, por citar algunas) pueden desequilibrar el presupuesto mensual. En Latinoamérica, los ahorros son importantes para evitar la angustia financiera, porque permiten hacer frente a los imprevistos.
Las personas afectadas por el estrés financiero pueden experimentar cambios en su comportamiento, como irritabilidad y repentino aislamiento social, por la carga emocional que sienten y, muchas veces, no pueden expresar.
El temor constante al futuro y la dificultad para concentrarse en áreas de la vida que no estén vinculadas al dinero son otras señales claras de estrés financiero
Texto: María del Pilar Viqueira