“Mi ética de laburo viene de casa”
ANA MARÍA PICCHIO

La notable intérprete se vuelve a lucir en un papel hecho a medida: "Perdida Mente", en la temporada porteña.
Ana María Picchio protagoniza “Perdida Mente” durante la temporada estival en la calle Corrientes. Al respecto señala: “Es un drama con tintes de comedia que se mantiene en cartel, interpreta la salud mental, puntualmente el Alzheimer, desde una perspectiva fresca. Ahora se habla del asunto, de la enfermedad sin tapujos”.
La primera actriz de este pequeño clásico de Mariela Asensio y José María Muscari, con kilómetros de giras y localidades agotadas en Buenos Aires y Mar del Plata, abona el multiplicador solidario que deja la obra flotando en la sala.
“¿Qué vamos a hacer? Esa es la pregunta que se plantea la familia y la amiga de la jueza, y que traspasa a la platea. Se genera un grupo como si se tratara de una gran familia para acompañar en esta situación al enfermo y así empoderarlo”, señala la actriz que comparte cartelera con Leonor Benedetto, Iliana Calabró, Emilia Mazer y Mirta Wons, en el Multiteatro.
-“Perdida Mente” también habla de la amistad entre dos mujeres, la jueza y la mucama.
-En esta obra el vínculo entre ellas excede lo laboral. Lo importante que es confiar a una persona para que te cuide y a la vez, ser cómplices hasta el final.
Memoria sin tregua
“Nadie pensaba que íbamos a meter los tres millones de espectadores con ‘La tregua’. Menos que íbamos a competir por el Óscar”, recuerda Ana María Picchio de las más bonitas y tristes páginas de la cultura cinematográfica nacional. Lindas porque la extraordinaria repercusión de la versión de Sergio Renán y Aída Bortnik sobre la novela de Mario Benedetti, puso al cine local en el mundo. “Con sencillez y con el alma hicimos esa película a modo de cooperativa. Y con el mejor elenco que te podés imaginar; todos ganábamos igual.
Tristes porque al poco tiempo de estrenarla estando en San Sebastián, comenzaron las prohibiciones y los actores migraron a otros países”.

No era el papel que pensaron para usted, ¿cierto?
-No, a mí me habían dado otro papel que no me gustó. Hablé con Muscari y el productor, Carlos Rottemberg, para cambiar por el personaje de la ama de llaves.
-¿Tiene algún freno en plantear cambios a los proyectos que la convocan?
-¡Todos, mi amigo! Es que nunca me la creí, quiero y necesito trabajar, aunque sea en un papel chiquitito. El éxito es de los otros.
“Mi ética de laburo viene de casa”, recuerda Ana María, su madre fue ama de llaves y su padre chofer del dueño del analgésico Geniol. De paso reciente por España, Picchio integró el reparto internacional del hito televisivo peninsular, “Vis a vis: El oasis”, allí los latinoamericanos recordaban el papel que no tuvo entre nosotros, ni por asomo, la repercusión que alcanzó en otros países. “Chechechela, una chica de barrio” de Bebe Kamin de 1986, “cuando me dieron aquel libro me sorprendió y acepté el papel”. Por consiguiente, obtuvo un Cóndor de Plata; entre los varios premios que tiene por la pantalla grande como el último reconocimiento del Festival de Cine de Mar del Plata.
Amor de Malvinas
En 2022 Ana María Picchio estrenó “Amor de película”. Tras bambalinas, la realidad del unipersonal está basado en una carta de un conscripto muerto en el Crucero ARA General Belgrano, en la guerra de Malvinas, “Es la historia de un chico que estaba peleando con los ingleses en el Belgrano y había visto ‘La tregua’ a bordo. Hasta que en un momento mandan la orden de que los iban a atacar. Entonces pararon la película y me escribió una carta que tiró dentro de una botella al mar. La recogió un capitán y la llevaron a puerto. Luego me la enviaron, mi madre no me la entregó para evitar entristecerme. Pasaron décadas y la mujer que había enviado la carta en 1982 me encaró a la salida del teatro y me dio una copia. ¿Qué iba a hacer con la carta 30 años después? Un amigo, Francisco Suárez, me propuso hacer una obra de teatro que se presentó en el marco de la feria del libro en Mendoza. Luego el teatro se prohibió”.

-Si tuviera que elegir un personaje de la tele, del cine, del teatro, ¿cuál sería y por qué?
-Elegiría varios, no me puedo quedar con uno solo. Son varios, son pedacitos de todos esos que me quedaron en el alma. Empezando por los que hice y terminando por los que he leído y que algún día me gustaría hacer.
-¿Siente melancolía del ayer?
-No extraño nada. En su momento lo viví y ya está bien vivido.
-Cuando la gente la saluda con un sonrisa y agradece su trabajo, ¿qué se mueve en Ana María?
-No me cambia, te lo digo con toda la sinceridad del mundo. No me pasa eso de agrandarme. No necesito que me digan cosas lindas para saber que lo que estoy haciendo, lo estoy haciendo bien. Sí necesito que me lo digan de la manera que me lo dicen, porque siento que les llegó y eso me hace feliz.
Texto: Mariano Oropeza (especial)

