" Soy el mismo que salió de Rosario por un sueño"
PACHU PEÑA
EL ROSARINO ES PARTE DE UNA GENERACIÓN DE HUMORISTAS QUE REVOLUCIONÓ LA TELEVISIÓN. cON CUATRO DÉCADAS DE TRAYECTORIA DESCUBRIÓ UNA NUEVA PASIÓN: EL TEATRO.
“Me impresiona mucho cuando hay gente que no había nacido en ‘VideoMatch’ y me reconoce en la calle, ‘Ahí va el de Tinelli’”, señala el humorista José María Peña, en la previa a “Un plan perfecto” la obra que se sube al escenario del Teatro Broadway.
¿Qué tiene de particular “Un plan perfecto”?
Es una obra que disfruto mucho, tuvimos una gran temporada en Villa Carlos Paz. Nos fue bárbaro. Volvimos a Córdoba para Semana Santa y también fue un suceso. Ahora estamos de gira, estuvimos en Mendoza, San Juan, Montevideo dos fin de semana, y vamos a seguir. Pasamos a sala llena, en junio en Buenos Aires, y ahora nos quedamos en el Broadway. Y vamos a continuar. Vengo con Peter desde la obra anterior, “Una noche en el hotel”, otra comedia muy divertida. Para mí es un placer trabajar en estos equipos que lo hacen con mucha pasión y amor a la gente.
¿Qué tienen las comedias de Alfonso que funcionan en boletería?
Son comedias familiares y muy divertidas. Tienen agilidad y sorpresas que no son habituales. La gente la pasa muy bien. Tienen el plus de quedarnos a charlar con la platea, una vez que finaliza la pieza, haciéndolos partícipes de la función.
¿En qué cambia el Pachu del teatro al tan conocido de la televisión?
En algunas cosas soy el mismo. En teatro lo que aparece de mí es mantener un personaje y el hilo de la comedia. No es el gag. Hacemos humor en equipo. Amamos hacer esta obra porque también nos da la chance de cambiar algo sobre la marcha. Cada noche es otra cosa. Disfruto muchísimo del teatro.

A Pachu Peña lo reconocen desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego. “Me encanta hacer giras porque amo mi país. Ya lo he recorrido en otras oportunidades con Pablo Granados, y conozco casi todos los pueblos y ciudades. Lo que me gusta de las giras es salir con el grupo a cenar, el contacto con el público, el cariño que espera en el hotel o la salida del teatro. Disfruto un montón desde que subo al micro”, comenta el actor que empezó a mediados de los ‘80 en su Rosario natal, debido una corazonada y una “poderosa” atracción.
“Siempre veía las repeticiones a la medianoche de Canal 3 de ‘Propuesta joven’, donde estaba Pablo (Granados), me acerqué al estudio con una carpetita. Era muy introvertido. Siempre me atrajo la televisión y soñaba con estar ahí”, rememora sobre sus inicios.
¿Quién lo apodó Pachu?
Mi mamá vio una película francesa y había un bebé que le decían Pachuli. Ella y mis hermanos mayores empezaron a llamarme así. Además, la fragancia se puso de moda. Y quedó. En los bancos se quedan mirando el documento con el José María (risas).
¿Cómo fue la infancia de Pachu?
Paseábamos con amigos la ciudad de punta a punta, ir al Parque de la Independencia a jugar, a la calesita, al Parque Urquiza. Nací en el Sanatorio Plaza, en la calle Dorrego. Con mis padres, abuela y hermanos vivía en la calle Presidente Roca. Una casa enorme y antigua de dos pisos, con altillo, alcoba, sótano, balcones, patio y muchas habitaciones, cerca de la cancha de Newell´s. Imposible no volver fanático de la Lepra porque eran, los días de partido, como que jugaban en el living.
EL AMOR SIEMPRE ESTUVO CERCA
“Venía de una familia numerosa por eso armar la propia no fue ningún trabajo”, admite Pachu Peña. Casado con la vestuarista Felicitas Isse Moyano, mujer de su vida que conoció en los pasillos del viejo telefe.
Luego llegarían cuatro hijos: Benjamín, Iñaki, Olivia y Joaquina, y de una de ellas, “la del medio estudia comedia musical, veremos qué pasa. Que elijan lo que quieran y que sean felices”, recalca Pachu y agrega: “se me complica con las giras y la tele volver a mi ciudad natal, de todos modos voy seguido. No pararía de comer allá una rica parrillada de pescado (carcajadas). Y si bien mis hijos nacieron todos en Buenos Aires, aman ir a Rosario, ir a la cancha, ir a comer a los lugares que iba, encontrarse con sus primos. Mis hijos también aman Rosario y siempre quieren regresar” remata Peña.

¿Quién es Pablo Granados?
Pablo a esta altura es un hermano más entre mis otros dos mayores. Hicimos bastantes cosas juntos, compartimos un montón de empresas artísticas y vivencias, y siempre disfrutando de la amistad. Y seguimos construyendo nuestra amistad en las buenas y, obvio, en las malas.
En constante evolución, Pachu tiene licencia para hacer reír, a pesar de que tuvo algunas oportunidades para mostrar una veta actoral, en “Educando a Nina” (2016). También el cine capturó su histrionismo en la saga de “Bañeros”. “Mientras sea humor ahí estaré, más allá del medio. Humor es lo que me gusta hacer y donde me siento mejor sin limitaciones a otras oportunidades”, reforzó Pachu.
¿De qué se ríe Pachu?
Me río de las cosas simples de la vida. De las ocurrencias de mis compañeros. Disfruto mucho en el actuar, se nota en las obras cuando me tiento, mi marca registrada, y me sorprendo cuando ocurre eso junto al público. Y me río. También, últimamente, buceo mucho en humoristas de otros tiempos. Me gustan las películas de Hollywood de los ’70 y ’80. Además, lo que se hizo en “Cha Cha Cha”, los videos de Diego Capusotto, y consumo mucho ese humor contemporáneo al paso por Tinelli.

¿Siente que puede aspirar a un papel dramático?
(Piensa) No sé en el teatro, pero tal vez en alguna miniserie. Quizá no el protagónico pero un pequeño rol que muestre que puedo animarme a otra cosa fuera del humor. Teléfono para las productoras (risas).
¿Cambió algo el Pachu de carne y hueso?
Soy el mismo muchacho que salió de Rosario por un sueño. Claro que pasaron muchos años, pero conservo los mismos gustos y valores del barrio. Con los pies sobre la tierra. Sabiendo que esto no dura para siempre. Con el alma intacta. Lo que cambia es la carrocería (risas) pero en mi interior soy el mismo que se acercó al canal de Rosario porque le gustaba hacer reír. Y reírse.
Texto: Mariano Oropeza