ILIANA CALABRÓ

"Mi límite soy yo misma"
LA POPULAR ACTRIZ LLEGA A CARLOS PAZ PARA REINVENTARSE UNA VEZ MÁS. ILIANA CALABRÓ HABLA DE SU VUELO PROPIO, QUE ENCIENDE LAS NOCHES SERRANAS CON MUCHO "SEX" Y BUENOS INGREDIENTES DE ALTA COMEDIA.
"POR SUPUESTO que estará la cocinerita y el famoso tiramisú”, adelanta Iliana Calabró, una de las sensaciones de la temporada en Villa Carlos Paz con el imbatible “Sex, viví tu experiencia” de José María Muscari. A su vez, la actriz que desfila en la picadora de carne y deseos en las noches del Teatro Melos, agrega: “Fui buscando cómo sentirme identiflcada con mi propio deseo, desde el juego flccional que propone José María (Muscari). Incluso a partir del vestuario, que codiseño al igual que hice en toda la carrera, pienso en cómo presentar este personaje.
En esta experiencia multimedia es vital el cómo aparecés vestida. O cómo te parás en escena y comunicas el espectáculo. Traer tu bagaje y provocar al otro. Lo que aparece no es uno, pero sí es una esencia que tiene que despojarse. Y no hablo de sacarse la ropa es algo mucho más profundo, que es compartir la intimidad. Que no es la mía, la de Iliana nada más, sino la fantasía de todos. Es un gran desafío actoral”, destaca la Tana, en un debut bajo la batuta del prolífico director y dramaturgo, con espectáculos en las tres principales plazas veraniegas.
“Me parece que el lugar desde dónde encarar ‘Sex’ es la formación actoral. No queda otra. Para trabajar este tipo de experiencias, porque la verdad es que es una experiencia más que una pieza teatral, necesitás los sentidos para conectar con el palpitar del público. Y para eso me sirve haber transitado tantos géneros”, confiesa Calabró, promedio brillante en la escuela de arte dramático, entrenada en textos clásicos en el Teatro San Martín, y que en los 2000 fue estrella de la revista y la comedia familiar. “Hice un combo de disciplinas y géneros en más de 30 años. Hoy me ayudan en este trabajo con Muscari. Intentando que se vincule el espectador con el deseo. Porque hay que generar un gancho actoral muy fuerte para que traspase la escena”, enfatiza quien busca enlazar intimidades junto a Juan Palomino, Andrea Ghidone, Gabo Usandivaras, Nacho Sureda, Barby Silenzi y Flor Marcasoli. “Sex” en danza con las impactantes coreografías de Mati Napp.
-“Sex” se viene representando con éxito desde 2019, ¿qué sensaciones tuvo como espectadora?
-Sucede un fenómeno curioso, ya que, quien fue una vez después quiere repetir la experiencia. Y lleva a sus amigos o compañeros o pareja. Lo que me pasó a mí es que después de haber visto varias versiones, cada una representó distintas circunstancias para mí.

-¿Cómo se explica?
-Eso tiene que ver con el público, con el aquí, ahora, con la energía que producimos en y bajo el escenario. Es la búsqueda de cada uno. De aquello que te moviliza y conecta con tu propia sexualidad.
-¿Debut con Muscari?
-Sí. La propuesta me llegó hace rato y me sorprendió. No por mi admirado José María, que hace años que me convoca, pero no podíamos coincidir. Igual me tomé un buen tiempo para evaluar si iba a poder.
-¿Por?
-“Sex” significa un cambio de timón importante en mi carrera. Es sacarme de mi zona de confort y reinventarme. Tuve varias propuestas de seguir en la comedia familiar, en la línea de “Mi mujer se llama Mauricio” o “Una noche en el hotel”, y dije que no. Una posee cierta edad para mostrarse de esta manera en “Sex”, despojada, directa, y además, lograr sorprender al público adulto. Si no lo hago ahora, ¿ cuándo lo voy hacer? Soy grande y mis hijos están grandes.
-Las últimas décadas se transformó en un nombre de peso propio, sea en la cartelera teatral del país, en varios productos de Marcelo Tinelli, o conduciendo programas como “Buen Plan” en 2021, ¿entonces cómo se sobrepuso a un apellido tan fuerte del espectáculo?
-Todos los que tuvimos un padre famoso sabemos que nos abre las puertas, pero que también nos condiciona. No todos tienen la posibilidad de sobreponerse al apellido; se consigue con trabajo y disciplina. Soy muy estudiosa de mi profesión y de los próximos pasos. Esta es una profesión que se hace más de los no, que de los sí. Sabiendo que cada paso te encamina para uno u otro lugar.
-Alejarse de la hoja de ruta fue su recordada incursión musical, incluso editó dos CD, “Iliana, la morocha argentina” -disco de oro en 2006- y “Yo soy Iliana”, ¿ cómo evalúa ese salto al vacío que fue lapidado?
-En ese momento no tuve mucho tiempo para pensarlo, de lo contrario no me hubiese animado. Eso fue una convocatoria contrarreloj. Si hubiera hecho un casting antes, y me hubiese escuchado, seguramente no participaba, con lo perfeccionista que soy.
- ¿Cómo?
-Siempre quiero dar lo mejor en cada momento. El límite soy yo misma. Y siempre quiero dar lo mejor de mí. Aquella vez en 2006 en “Cantando por un sueño” de ShowMatch (edición en la que resultó ganadora), hasta que salió al aire, no tuve ninguna referencia. Un horror. Porque una cuando baila, si tiene más o menos algo de gracia, la puede pilotear. En el canto es imposible.


"Sentí bastante fuerte el nido vacío”, comenta Iliana sobre sus hijos Nicolás y Stéfano, el mayor está instalado en Brasil, el otro está viviendo en la casa de su padre Fabián Rossi. “Por suerte Dios va mandando ciertas compañías, digo afectivas, que ayudan a transitar esas instancias. Fueron muy importantes para elaborar el crecimiento de los hijos, entender que nuestros niños parten y que cada uno toma su rumbo. Es una gran satisfacción ver tranquila y acompañada cómo cada hijo transita la vida con felicidad. Me quedo con eso. No soy la persona que se engancha con la melancolía de lo que fue. Tampoco soy de borrón y cuenta nueva. Porque de todo me acuerdo y lo siento cercano. No soy de las que dan vuelta la página”, señala la actriz que estuvo en pareja, luego de su tormentoso divorcio en 2013, con un empresario italiano.
-¿Entonces no concuerda con el repetido “hay que soltar”?
-Al contrario, considero que hay que soltar porque creo que es necesario. Pero no soy de las que las que dice que “ya fue” porque todo aquello sí pasó y me hace quién soy yo hoy (silencio). Todo el pasado es capitalizable. Siento que las cosas te marcan a fuego para siempre. Claro que debemos soltar, tal vez, esas cosas que no son las que necesitás en este momento. Y comprender que la vida avanza “a pesar de”.
-¿El amor avanza?
-Volviendo a “Sex” y charlando con mi gran compañero Juan Palomino, pensamos que está bueno observar el amor en las distintas edades, y cómo encontrarse a través de él con la sexualidad y la sensualidad. Celebro a las parejas que permanecen muchos años juntas porque me parece que es un constante reencuentro con lo propio para llevarlo al vínculo. Y también permitirse uno esa búsqueda del reencuentro, de cuestionar a cada momento qué busco, qué necesito. Soy una mujer muy distinta, en el amor, respecto a la muchacha que se puso de novia a los 20 años.
-¿Sueña con el “felices por siempre”?
-Me encantaría una pareja que sea para toda la vida. No soy de las relaciones ocasionales. Mis amigas dicen que tengo que salir más (carcajadas). No encajo muy bien en esta época de la virtualidad. Prefiero más conocer a la persona a través del diálogo y sentir la química, si brota, en el conocimiento del otro. Lo mágico de cuando se encuentran dos miradas. De alguien que escuche embelesado a otra persona. Un cúmulo de sensaciones que ninguna pantalla puede reproducir.
TEXTO: MARIANO OROPEZA (ESPECIAL)