Juegos de mesa
Cada día se suman más adeptos que disfrutan de los grandes beneficios de jugar
Jugar es una de las acciones más gratificantes para las personas. Además, tiene la virtud de consolidar las relaciones y las habilidades.
Los juegos de mesa existen desde hace muchos años, los griegos y los romanos los empleaban a diario en sus reuniones sociales.
Muchas investigaciones arqueológicas coinciden que el juego de mesa más antiguo son los dados, los encontraron en varias tumbas de los faraones.
Los romanos introdujeron los juegos de mesa unos años más tarde y la mayoría eran sobre contiendas bélicas.
Es cierto que la tecnología relegó a los juegos de mesa a un costado pero también es cierto que pueden convivir ambos porque cada uno ofrece varios beneficios.

Aprendizajes y más
Una reunión familiar o con amigos puede desencadenar en un día inolvidable, si ponemos en la mesa un juego. Infalible. Garantizado ciento por ciento.
Es que los juegos de mesa además de ofrecer un par de horas divertidas activan habilidades cognitivas, motrices y de aprendizaje, en todas las edades. Sólo combinar palabras, hacer adivinanzas o ejecutar mímicas se producen sustanciosos aportes a la construcción del intelecto y por ende a la salud mental.
Como en cualquier juego existen reglas que los participantes deben comprender y aceptar para disfrutar plenamente el momento de diversión. En este sentido, uno de los principales aprendizajes es respetar normas, que luego se trasladará fuera del juego a todos los ámbitos de la vida. Otro beneficio es que mejora la capacidad de análisis, por ejemplo, en el ajedrez.
En la mayoría de los juegos de mesa se forman equipos, lo cual fomenta la cooperación e incluso se aprende a tolerar la frustración.
Los participantes mejoran de manera contundente su capacidad de concentración como su memoria.
En este tipo de entretenimiento, desde temprana edad y a partir de las situaciones que afronten en cada partida, los niños aprenden a pensar cómo solventar determinados obstáculos que aparecen en sus caminos y a tomar decisiones al respecto. Y esto, a su vez, sirve para saber aceptar las consecuencias de las decisiones.
Consolidación de los vínculos
Los juegos de mesa son una excelente excusa para pasar tiempo de calidad en familia y de paso, alejarse un poco de la tecnología y la rutina.
Es complicado porque cada uno tiene varias ocupaciones, pero es posible, sólo se requiere un poco de voluntad, los beneficios son significativos para cada integrante de la familia e incluso para la familia misma.
Jugar incluye a todos, grandes, pequeños y súper grandes, sólo vasta la intención de divertirse y un juego en la mesa.


Cuenta la historia
Los juegos de mesa nacieron con las primeras civilizaciones, los historiadores advierten que se inventaron en Oriente Medio antes de Cristo.
Varios equipos de investigadores, al analizar las tumbas de las antiguas civilizaciones, encontraron los dados, tallados en diferentes materiales: huesos, madera o piedras. Por eso se considera que son los juegos de mesa más antiguos.
El juego más famoso para esta civilización era Senet, y estaba muy ligado al concepto de destino de los egipcios. Ellos introdujeron el elemento del tablero en los juegos de mesa.
Asimismo, los romanos le dieron un giro más alucinante e introdujeron la estrategia militar a su mecánica. El juego de mesa más popular en esa época era Ludus latrunculorum, un juego para dos personas similar al ajedrez.
El salto de los juegos de mesa a la era contemporánea es el conocido Monopoly. Lizzie Magie patentó este juego en 1904, con el fin de denunciar los efectos negativos de la especulación.
Texto: Andrea Soria