Couchsurfing
ALOJAMIENTO SIN COSTO PARA VIAJEROS
A nivel mundial crece la movida de alojar personas en tránsito que buscan dónde pernoctar un par de días sin pagar nada. Es una suerte de red de asistencia al viajero.

El couchsurfing no tiene una definición concreta, es por un lado una filosofía de vida, por otro se parece más a un movimiento social, con certeza se sabe que es una tendencia mundial en pleno auge que consiste en brindar alojamiento gratis a una persona que está de paso por la ciudad y busca hospedaje. De hecho, hay un sitio web donde buscar y ofrecer alojamiento sin costo.
Para ser parte de esta movida -si se permite el término- sólo hay que registrarse en la web www.couchsurfing.org completar los datos y nada más.
Existe un acuerdo tácito que quien busca también debe alojar, las condiciones son sencillas sólo se brinda un lugar donde dormir por una determinada cantidad de días, esas condiciones están explicitadas en el perfil de cada couch que se registra.
Se podría decir que es un código propio de los viajeros, por ende, la empatía entre las partes hace que los acuerdos se cumplan de lo contrario se puede avisar cualquier anormalidad en el perfil de la web.
Quien se ofrece a hospedar puede brindar una habitación privada, un sofá, una hamaca paraguaya, o una colchoneta.
A su vez, quien se hospeda en un couch debe ser condescendiente y hacer lo propio cuando esté en su ciudad de origen con otros viajeros en tránsito que buscan alojamiento gratis.
Recomendaciones
Para quienes se inician en esta red de asistencia al viajero es importante que tengan en cuenta algunas cuestiones para sacar mayor rédito a la experiencia.
Los más experimentados en estos asuntos destacan tres factores para tener en cuenta: el tiempo de permanencia en la ciudad que visitan, la ubicación del couch (donde se alojarán) y qué clase de visita harán.
Estas consideraciones son importantes sobre todo cuando el destino que van a visitar en una ciudad muy grande con muchos lugares turísticos para conocer.
Si el tiempo de permanencia en el lugar es reducido, por ejemplo, de dos o tres días, es fundamental que se busque un couch cerca de los lugares que se van a visitar para optimizar el tiempo y evitar traslados muy extensos.
Es primordial tener en cuenta estos detalles porque permitirán que el viaje sea más efectivo y se puedan visitar todos (o la mayoría) de los sitios planificados.

Particularidades
La experiencia dice que funciona para quienes entienden las pautas y las cumplen, es decir, si en el perfil se busca un lugar donde dormir una noche, es una noche; se respetan a rajatabla las condiciones acordadas entre las partes.
El anfitrión no tiene obligación de dar comida o trasladar al viajero por la ciudad, aunque es común que cuando la interacción fluye naturalmente surgen actitudes de cortesía: salidas espontáneas, cenas o almuerzos, entre otras actividades, tales como, llevar a pasear al visitante.
Esto queda registrado en los perfiles de los viajeros registrados en la web que contienen toda la información de su historial, sus datos personales, lugares que ha recorrido, e incluso hay calificaciones de su responsabilidad como anfitrión y como hospedado.
La calificación es importante para tener en cuenta al momento de confirmar (o no) recibir a un solicitante.
Vale aclarar que no hay obligación de aceptar cada vez que alguien solicita alojamiento.
En la web también hay información sobre el espacio que se brinda y las características, por ejemplo, si es una habitación (compartida o privada), si es un sofá, si en el lugar hay algo de privacidad, entre otras particularidades.
Toda la información sirve a los efectos de filtrar cada vez que se realiza una búsqueda de dónde alojarse y quiénes son las partes implicadas; por una cuestión de seguridad para prevenir una mala experiencia.
En definitiva, este acuerdo tácito entre viajeros abre un nuevo paradigma para los amantes de los viajes, nuevas experiencias tanto en su rol de pasajero en tránsito como en su rol de anfitrión. Una suerte de red social en el plano presencial, una nueva experiencia para viajar.
Texto: Andrea Soria