EMPRENDIMIENTOS

ASOCIACIÓN CIVIL BENJAMINOS

MÚSICA QUE TRANSFORMA VIDAS

Benjaminos es una Organización comunitaria y cultural cordobesa que impulsa la inclusión social a través de la música, la educación y la soliradidad. Su lema es : » un niño que toca música, dificilmente toque un arma».

Los Benjaminos es una orquesta sinfónica infantil y juvenil con más de 200 participantes; aunque ya llevan más de mil que pasaron por ella.

Surgió en el año 2023 en Villa La Tela, Córdoba (Argentina), de la mano del dirigente social, Walter Díaz, apodado “Pollo”; actualmente nominado a Abanderado Solidario de Argentina 2025.

La Orquesta participó (y participa) en escenarios de prestigio, entre ellos el Teatro del Libertador, la Basílica de la Merced, entre otros. En palabras de Pollo Díaz: “Benjaminos es una asociación civil y cultural comunitaria que nació con el objetivo de promover la inclusión social, el acceso a la cultura y la educación a través de actividades recreativas, artísticas y de apoyo comunitario”.

El éxito de la propuesta radica en la autogestión, los mismos integrantes de la orquesta son “docentes” de los nuevos, y fabrican los instrumentos guiados por luthiers.

El programa transformador de realidades se replicó en otros barrios, tales como, Pueyrredón, Alberdi, Sacchi, 2 de Abril, Villa El Libertador, entre otros; donde la música hace de las suyas.

DESARROLLO

La iniciativa surgió un día en que la comunidad deliberaba con Walter sobre qué actividades recreativas se podrían desarrollar en el barrio, en especial con los niños y adolescentes.

En esta línea recuerda Walter, “La Orquesta Benjaminos surgió a partir del deseo de un grupo de niños del barrio que querían ‘aprender a tocar violín’. Los prejuicios son fuertes. En las villas no se piden violines. Allí los superhéroes no son Spiderman ni Batman, son los narcos. Pero creía que sí se podía. Que la música podía abrir un camino distinto. Decidí escuchar de verdad, creer en esos niños y salir a buscar esos instrumentos”. El camino que encaró el Pollo Díaz incluyó conseguir los violines y desbancar prejuicios de personas ajenas al barrio e incluso de los mismos padres.

Al respecto, asegura Walter: “Cada ‘no’ fue el motor y motivo para crear un ‘sí’. Me dijeron que era imposible conseguir violines. Después de recorrer varios lugares, contactos y de buscarlos, flnalmente un amigo consiguió que nos donaran seis. Así nació nuestra primera escuelita de música. Al principio, hasta los propios padres nos decían que nunca iban a aprender. A los seis meses, de ensayar y practicar, la orquesta tocó en la Basílica de La Merced en Córdoba Capital. Y cada uno de esos padres estaba allí acompañándolos. Ya no eran ‘los chicos de la villa’, ahora eran músicos”.

ACTIVIDADES

La Asociación Civil Benjaminos, además de su escuela de música y orquesta estable cuenta con diversas actividades, tales como, apoyo escolar, talleres de computación, formación musical, proyectos comunitarios (Pintemos tu casa), zumba para mujeres, y funcionamiento de Salas Cuna (espacios de atención a la primera infancia).

Benjaminos definió el camino certero: transformar su realidad y a partir de esa hoja de ruta superó todo tipo de prejuicios y obstáculos.

En este sentido, recuerda Pollo: “Cada obstáculo nos obligaba a inventar, a buscar soluciones, y cada carencia se transformaba en una nueva posibilidad, en un aprendizaje que iba mucho más allá de la música. Gracias a las pequeñas ayudas y a este espíritu de colaboración, los chicos aprendían a tocar con mayor rapidez, entusiasmo y conflanza en sí mismos. Cuando comenzaron a faltar instrumentos los fabricamos nosotros, construimos incluso 14 mandolinas, no fue fácil, porque tienen 4 cuerdas como el violín, pero dobles. Aprendimos el proceso de un luthier, que también nos enseñó a tener paciencia y creatividad. No sólo hicimos los instrumentos, también estrenamos el Concierto para Mandolinas, único en el mundo, compuesto por un profe de la escuelita”.

Finalmente, hay una regla de oro para formar parte de la orquesta: terminar la escuela lo cual repercutió en el futuro de los chicos, muchos de ellos continuaron sus estudios en la universidad. “Hablamos de generaciones completas, madres que enseñan a sus hijos a tocar el violin, hermanos, hermanas, familias totalmente transformadas. Un efecto que trasciende la música: educación, disciplina y oportunidades. La música les dio autoestima, les dio un futuro. Todos somos agentes multiplicadores: en nuestro trabajo, en nuestra escuela, en nuestra familia, incluso en nuestra misma cuadra”, completa Walter “Pollo” Diaz. 

Texto: Andrea Soria

Fotografías: Gentileza Asociación Civil Benjaminos.